Carilda Oliver Labra.
Hace ya unos muchos años que trabajando en la provincia Matancera en el departamento de Cultura tuve la oportunidad de conocer a la poetiza Carilda Oliver Labra, uno de los mas grandes exponentes literarios de la Literatura Cubana.
Cuando digo conocer, me refiero a coincidir en uno de los eventos provinciales literarios. Estoy segura que ella no se acordó de mí después de dos minutos en que fuimos presentadas, para mí sin embargo, constituyo la realización de ver en persona alguien tan bien querida y tan respetada dentro de todas las tertulias literarias de la provincia como la autora del tan hermoso verso “Me desordeno”.
No se de donde saque
la imagen de Carilda como la de una amargada señora de edad, con un gato en el
regazo, recitando poesías a través de una ventana alta de garrotes, en una casa
medieval; así que mi asombro al verla
face to face fue extremadamente grata. Una mujer hermosa en sus mejores años, con una sabia
sonrisa y los ojos más vividos y azules
que nunca había visto. Luego vino la
clausura de la actividad y lo más esperado de la noche: La lectura de uno de
los versos de Carilda en su propia voz. Y cual habría de ser sino el más
conocido y quizás más hermosos verso de su amplio quehacer poético:
Me desordeno amor, me desordeno
“Me desordeno, amor, me desordeno
cuando voy en tu boca, demorada;
y casi sin por qué, casi por nada,
te toco con la punta de mi seno.
Te toco con la punta de mi seno
y con mi soledad desamparada;
y acaso sin estar enamorada;
me desordeno, amor, me desordeno…
cuando voy en tu boca, demorada;
y casi sin por qué, casi por nada,
te toco con la punta de mi seno.
Te toco con la punta de mi seno
y con mi soledad desamparada;
y acaso sin estar enamorada;
me desordeno, amor, me desordeno…
No hay palabras
suficientes para expresar la ternura latente es ese lenguaje figurado tan
propio de la autora. La palabra desordenar: Alterar el orden de una cosa,
alborotar, desarreglar… es la palabra clave para expresar las sensaciones que
sufre su cuerpo con la cercanía del ser querido.
En cuanto al poema
“Guárdame el tiempo” es bastante elocuente por si mismo y simplemente
maravilloso. La autora se muestra tierna y profunda, exquisita y sombría;
penetrante en el ayer y revuelta de seres extraordinarios mezclados en sus
dudas y en sus anhelos sin respuesta. Aquí están dos estrofas del poema:
Guárdame el tiempo
¿A quién convido
ahora con mis piernas
y le enseño el jazmín que nació anoche,
y le pongo una abeja a que lo pique,
y le saludo la inocencia?
¿A quién le miento y juro,
a quién le tiro un pan contra la oreja,
a quién le digo que lo odio,
y luego, que lo amo?
y le enseño el jazmín que nació anoche,
y le pongo una abeja a que lo pique,
y le saludo la inocencia?
¿A quién le miento y juro,
a quién le tiro un pan contra la oreja,
a quién le digo que lo odio,
y luego, que lo amo?
Es una de las más sobresalientes poetisas de hispanoamérica, ganadora de importantes premios literarios:
Por SRM
No hay comentarios:
Publicar un comentario